Estimados camaradas socialistas, viendo los duros y nefastos
acontecimientos que estamos viviendo en estos días en la bella
República Bolivariana de Venezuela, patria de Bolívar y Chávez, he
decidido escribir estas pocas líneas abordando una breve reflexión
sobre la casi segura larga data de durabilidad de este clima de
zozobra y este estado de dolor permanente ante la pérdida de
compatriotas, la gran mayoría muy humildes.
El primer factor a tener en cuenta para aseverar que esta situación
va a perdurar por todo este año y, casi con toda seguridad, en buena
parte del que viene, es que la nefasta y apátrida oposición
venezolana ha venido, de manera sistemática y rápida, acabando con
todos sus cartuchos, con todos sus pabellones y estandartes supremos
en esta lucha loca, suicida y estúpida, en la que se han enfrascado
por eliminar al legítimo gobierno que hoy esta instaurado en nuestro
país y así de paso eliminar, o dar un golpe mortal, a nuestra amada
y querida revolución chavista.
Ya hemos visto caer a su líder violento supremo: leopoldo lópez
(tan abyecto ser no merece mayúsculas) hemos visto como encarcelan a
dos de sus más reaccionarios alcaldes recién electos, hemos visto
como la “nada” se nadifica cada vez más y ahora vemos como su
diputada insigne está a las puertas de el allanamiento a su
inmunidad parlamentaria y a su casi segura aprehensión policial por
vendepatria y violenta, y todo esto sin haber ni siquiera conseguido
el más mínimo resquicio de fisura dentro del gobierno y menos aún
dentro de la revolución.
No, señores, nadie (y me refiero al imperio) pierde tantas piezas
importantes en tan poco tiempo para que al primer revés decida echar
tierrita y no jugar mas, no, no es así lastimosamente, este es el
inicio inequívoco para que el imperio declare de una vez a nuestro
gobierno como forajido, como anti-democrático, como la cosa más
nefasta que existe en el mundo (y ciertamente lo es, ya que para
ellos somos un ejemplo de dignidad y de otra manera de concebir la
vida muy peligroso) y de esa forma pasarle por encima a más de una
resolución en contra de la intervención a Venezuela en la ONU
(llegaremos a esas instancias, ya lo verán) e iniciar una injerencia
directa sobre nuestro país, basta solo recordar a las ciudades de
Aleppo y Homs (más recientemente) para ver la enorme similitud con
lo que esta ocurriendo en San Cristobal en estos momentos.
Siete son las bases militares imperiales en territorio colombiano,
Táchira es frontera y tiene años minada de contrabandistas,
delincuentes y paramilitares, la gran mayoría colombianos, que
convivieron bajo la sombra de la anterior gobernación opositora,
tiene todo para ser la cabeza de playa de los ataques cada vez más
directos y cada vez más evidentes del imperio en contra de nuestro
país, ya han exportado su violencia a Mérida y prometer minar a esa
ciudad, tanto será el lío y tan grande que la intervención directa
de nuestro ejército es cada vez más notoria y cada vez más
necesaria.
Será este un golpe largo, lento, duro y doloroso, ya que la
oposición ni tiene pueblo ni tiene militares (que gracias a esta
revolución pueblo y militares son sinónimo) pero tiene dinero y con
ello compra muchas conciencias débiles, cobardes y apátridas -cuyo
único medio de felicidad es el dinero y cuya única patria es la del
dueño que lo manda- y así generar caos, zozobra, miedo, dolor, para
minar, con el tiempo, la fuerza del gobierno y de la revolución,
tanto en el pueblo, como en el estamento militar.
No nos engañemos, camaradas, el imperio, en clara muestra de
decadencia, está incendiando el mundo y nosotros, sus claros
enemigos y verdadero faro de dignidad socialista en el mundo, no
podíamos quedarnos exentos de esta locura auto-defensiva que este ha
iniciado para perpetuar su cada vez más desfalleciente poder
mundial. Lo que nos espera es largo y doloroso, exigirá mucho de
nosotros y espero yo que no pero cabe la posibilidad de que hasta el
pueblo deba también tomar las armas para defenderse y defender la
revolución.
No estamos viviendo la historia, no la estamos viendo a lo lejos,
estamos escribiendo la historia, y si no queremos escribirla con la
sangre de nuestros hijos lo mejor será estar claros y entender que
la época del buen vivir, del lindo plasma y el agradable aire
acondicionado llega a su fin, llega el momento de que la revolución
nos exija el sacrificio que es tan necesario para su reafirmación y
perpetuidad, y en este sentido solo me cabe agradecer que tanto el
Oso gris Ruso, como el hermoso Panda Chino, nos miran con agrado y
amistad, y ya le han pelado el diente al maldito imperio sangriento,
pues en los tiempos por venir las alianzas militares serán harto
necesarias y más aún la polarización de aliados.
Nuestro futuro está lleno de sufrimiento, de dolor y sangre, pero es
el único camino cierto, no solo a la justicia ni a la libertad, es
el único camino cierto a la VIDA.
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