Estimados
camaradas antes de profundizar en este diserto debemos estar todos en sintonía,
es decir, tenemos que colocarnos todos en el mismo carrusel que transporta el
significado -que nos ha de servir de base- de la palabra violencia; y para eso
usaremos la sacrosanta biblia en la cual nuestros conquistadores atesoran el
saber absoluto de su idioma (que es el nuestro) para entendernos mejor, es
decir, consultaremos el vocablo a la
R.A.E.
Violencia:
Del lat. violentia.
1. f. Cualidad de violento.
2. f. Acción y efecto de violentar o violentarse.
3. f. Acción violenta o contra el natural modo de proceder.
4. f. Acción de violar a una persona.
Y aún para entendernos mucho más y
mantenernos todos en el mismo carrusel busquemos, en el mimo libraco, la
acepción de “Violento”.
Violento, ta
Del lat. violentus.
1. adj. Dicho de una persona: Que actúa con ímpetu y fuerza y se deja llevar por la ira.
2. adj. Propio de la persona violenta.
3. adj. Que implica una fuerza e intensidad extraordinarias.
4. adj. Que implica el uso de la fuerza, física o moral.
5. adj. Que está fuera de su natural estado, situación o modo.
6. adj. Dicho del sentido o la interpretación que se da a lo dicho o escrito: Falso, torcido, fuera de lo
natural.
7. adj. Dicho de una situación: Embarazosa.
8. adj. Dicho de una persona: Que se encuentra en una situación embarazosa.
Y aún busquemos otro vocablo más
para que nuestra base sea extensa y muy sólida, a saber: “Muerte violenta”.
Muerte violenta
1. f. muerte consecutiva a un traumatismo fortuito o la que se ejecuta privando de la vida a alguien
intencionadamente.
Ahora bien, coloquemos todo esto en
una sola frase y en nuestra muy coloquial forma de entendernos: la violencia es
una fuerza que ejercemos y que es superior a la que comúnmente aplicamos en
nuestro quehacer cotidiano para obtener algo que creemos nos beneficia o por lo
cual creemos tener la razón, pero esta fuerza se aplica causando daño a un
tercero, bien sea cosa o animal -no olvidemos que somos animales-.
Conectando la última palabra del
párrafo anterior: “animales”, con la violencia, debemos ahora dar una
característica fundamental de eso a lo que hemos dado por llamar “humano”,
género al cual pertenecemos, y esa característica fundamental es que somos
animales racionales y esencialmente “omnívoros”. Y qué significa ser omnívoro,
pues que comemos de toda aquella materia orgánica que nos rodea, es decir,
comemos tanto plantas como animales y es en esta última parte donde voy a basar
toda mi disertación siguiente.
Lo que nos llevó a evolucionar como
especie y llegar a ser los seres racionales capaces de creernos dueños de la
naturaleza y, aún más, capaces de haber inventado a un dios a nuestra imagen y
semejanza para después reverenciarlo con total sodomía, fue el hecho de ser
CARNIVOROS; ahora que pensándolo bien y viendo en lo que nos hemos convertido,
comienzo a entender un poquito a los veganos, pero esa es otra historia.
Estemos muy claros, lo que nos llevó
de manera definitiva a convertirnos en el homo
sapiens que somos hoy día fue la carne, fue nuestra característica
principal de ser carnívoros; y, señores, para ser carnívoros hay que cazar y al
cazar hay que MATAR a otro ser vivo y a estas alturas, si recordamos el
significado que antes dimos de “muerte violenta”, entenderemos todo.
Señores, para no alargarme en algo
que está más claro que el agua donde lavo mis pies…Coño, creo que es un muy mal
símil, pero bueno, somos animales, somos carnívoros, ergo, somos violentos;
pues ningún animalito en esta tierra viene y se suicida en nuestro plato para
poder comérnoslo y además esta violencia nos enajena pues ese mismo animalito
no se queda mansito para que nosotros le atestemos el golpe de gracia, pero en
este punto, tristemente, debo aclarar que nuestra racionalidad ya nos hizo
superar esa barrera y nos convirtió en asesinos piadosos, pero al final
ASESINOS.
La violencia NADA tiene que ver con
el bien y el mal, mucho menos tiene que ver con una posición moral y aun menos
con una divina; la violencia es una característica NATURAL de lo humano y que
sale a aflorar apenas la necesitamos, es nuestra capacidad de raciocinio el que
ha de evitar que esta supere limites imposibles de explicar, aunque visto lo
visto en la historia reciente la violencia ha alcanzado unos niveles de
sutileza que ciertamente ya comienzo a creer en aquellos que dicen que no somos
animales, pues en este reino tanta crueldad, tanta bajeza, tanta ruindad solo
somos nosotros capaces de tenerla.
No nos asombremos ante los actos
violentos que el humano es capaz de cometer pues ya pasamos el límite de toda
tolerancia y menos aún busquemos una razón divina o sobrenatural para explicar
algo que nos define como especie, empecemos a educar a nuestros hijos en el
esencial arte de dominar aquello que nos es intrínseco y esperemos que al final
llegue un mundo mejor, pero cuánto lo dudo.
Y ahora sí, ya para finalizar este
breve diserto, colocaré una frase que cada vez que escribo de lo humano no la
puedo sacar del tintero, y es una que aparece en la inmortal obra “Orgullo y
prejuicio” de Jane Austin: “A poca gente
quiero de verdad, y de muy pocos tengo buen concepto. Cuanto más conozco el
mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la
inconsistencia del carácter humano y en lo poco que se puede uno fiar de las
apariencias de bondad o inteligencia".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario