Estimados camaradas
socialistas, hoy celebramos 23 años del que para mí ha sido el día
que más me ha marcado en la vida. Tendrán que disculpar que este
artículo sea eminentemente personal, que este artículo sea un
necesario grito de mi alma a los sentimientos que se incrustaron tan
hondo en mi ser aquel fatídico día, y que, como ya he dicho, marcó
profundamente el destino de mi vida y, en gran medida, es el inicio
cierto de mi vida social, de mi vida hacia el socialismo, de mi vida
totalmente comunista.
Al ser este un
artículo eminentemente personal no lo quiero hacer innecesariamente
largo ya que no tendría sentido, así que me remitiré a liberar
plenamente mi alma con dos poemas escritos por mí. Uno escrito en
parte el mismo 28 de Febrero de 1.989 y reescrito años después para
ser insertado en un libro de poemas alegórico a esta fecha; y el
otro, a los pocos días del suceso, al enterarme de la muerte, el
mismo 27, de la pequeña hija de 7 años de uno de mis más cálidos
amigos, tristemente hoy fallecido también y reescrito años después,
para ser leído en la conmemoración de un nuevo natalicio de la
niña.
Sin más
alargamiento necesario de la prosa, aquí les dejo lo que para mí
fue, es y será, el día que marcó a esta sociedad para más nunca
volver atrás:
Y
volvimos a gritar…. “LIBERTAD”
I
Hace
doscientos años gritamos LIBERTAD
En
contra del yugo de la España imperial.
Dolor,
sangre, sufrimiento, sacrificio infernal,
Nos
costó nuestra primera falsa LIBERTAD.
Hace
veintiún años que volvimos a gritar LIBERTAD,
Ahora
era en contra de la oligarquía ancestral.
Emancipación,
revuelta y muerte visceral,
Fue
el inicio de nuestro sueño de LIBERTAD.
Hace
doscientos años comenzamos nuestra gesta patria,
Iniciamos nuestra lucha por la libertad de nuestro pueblo,
Fue
el tiempo de Bolívar, era el tiempo de la independencia.
Hace
veintiún años retomamos la lucha sin clemencia
Por
la verdadera libertad. La oligarquía tembló,
Por
la fuerza de un pueblo que imponía su presencia.
II
Diferentes
son las caras que hoy enmarcan nuestra gesta,
Diferentes
son los héroes que llevan los estandartes libertarios,
Diferentes
las lacras, los enemigos, nuestros contrarios,
Pero
idéntico es el sueño de la vieja y la nueva casta.
Febrero
por siempre inmortal, 1989 será por lo que resta
De
nuestras vidas, el inicio de los cambios necesarios,
Para
dejar bien en claro, que nuestros caminos son revolucionarios
Y
que jamás olvidemos que a nuestro pueblo se le respeta.
Grande
fue el dolor, inmensa la pérdida,
Sangre
de mártires derramada, almas martirizadas
Por
una lucha loca, por una lucha fratricida.
Pero
el sueño de revolución ha tomado vida
Y
sus raíces ya están profundamente clavadas
En
nuestra patria, y ahora, ya nada más tiene cabida.
HOY YO NO SE SI
REIR O LLORAR.
Hoy yo no sé si
reír o llorar,
Hoy mi alma comenzó
a vivir,
Hoy mi corazón dejó
de latir,
Hoy amo, aunque no
te pueda amar.
Febrero, Caracas,
sublevación.
Hoy el pueblo al fin
se emancipó,
Comienzos de un
nuevo tiempo
De aires de
superación.
“Caracazo”, ese
es tu sagrado nombre,
Sinónimo de lucha y
revolución,
Logros alcanzados,
con dolor y gran conmoción,
De tu sangre nació
un nuevo hombre.
Hoy es día de
júbilo revolucionario,
Orgullo patrio de
pueblo digno,
Que con su gesta
cambio su signo.
Hoy celebramos un
nuevo aniversario.
Hoy es fiesta,
orgullo, alegría,
Todo mi país es
celebración,
Porque hoy vivimos
con gran ilusión,
Los cambios en esta
patria mía.
Pero, hoy yo no sé
si reír o llorar.
Quiero reír, pues
feliz soy,
Porque ahora se
hacia dónde voy,
Ahora al lado de mi
pueblo quiero marchar.
Pero, hoy yo no sé
si reír o llorar,
Hoy es un día de
fiesta nacional,
Pero para mí, es
una fecha fatal,
Porque sin ti tengo
que andar.
Hoy, mi bella
amapola,
Hace Doce años
Te fuiste de mis
manos
Y mi vida, se quedó
muy sola.
Hoy quiero reír,
pero por ti
Solo puedo llorar,
Aunque mi pueblo
sale a festejar,
Yo solo recuerdo el
profundo dolor que sentí.
Hoy te recuerdo,
bella, amada,
Adorada y buena.
Eras tierna,
Joven, tan llena de
vida, eras mi nena,
Eras toda mía, eras
mi bella hada.
No sé quién te
arrebató de mí,
La justicia, aquí,
no llego al fin,
Se perdió en un
eterno sinfín,
En un pozo de
papeles me sumí.
Ya no importa, ya da
igual,
Hoy solo sé que
Venezuela,
Gracias
a tu sangre, Manuela,
Vive en una
revolución triunfal.
Tu sangre entre el
rio de mi pueblo corrió,
Fuiste parte de un
avatar fatal,
Pero la base de una
gesta inmortal,
Cuyo ejemplo al
mundo recorrió.
Hoy yo no sé si
reír o llorar,
Hoy sangre de mi
sangre fue derramada,
Por el clamor
libertario de mi patria amada.
Hoy solo se, que
solo te puedo recordar.
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